Todas somos escorts
Aunque pueda sorprender el título de este artículo, es tan cierto y claro como la vida misma, únicamente hay una puntualización y es el precio.
Como todo en la vida, un coche, una carrera universitaria, un empleo, un artículo de coleccionista, un edificio, etc. todo tiene un precio..
Cuántas veces hemos oído y dicho… “si me das X me tiro a la piscina” o “si te doy X haces X broma”. Pues tan claro y llano como eso, es simplemente una cuestión de precio.
¿Quién no ha visto la película “una proposición indecente”? Sinceramente, no conozco a ninguna mujer que se negara a pasar una noche a cambio de 1 millón de dólares. Exactamente es eso. Se trata de poner sobre la mesa un precio que satisfaga a ambas partes.
Hay mujeres, como hombres, que por un determinado precio sí lo harían. Hablamos de 1 millón de dólares como podemos hablar de 500€ por dedicar 1 hora de tu vida a una persona que únicamente busca un intercambio físico momentáneo.
El precio lo pone cada uno según sus necesidades, intereses o autoestima. Aunque como todo en la vida, existe competencia y si se quiere cerrar el trato hay que “estar en mercado”. Una simple negociación hasta alcanzar el “deal point”.
Tan simple y claro como esto. Un intercambio de intereses. No hay que buscar mas allá.